Llegar tarde al trabajo o a una reunión amistosa no es un cumplido. Es más, la sola idea de que alguien se vea obligado a esperar o cambiar de planes puede llevar a una persona consciente a la desesperación.
En resumen, llegar tarde es otro mal hábito que te roba tiempo.
Es posible deshacerse de ello, si existe el deseo. Pero primero debemos averiguar la razón.

Nadie se propone llegar tarde a una reunión importante, pero tampoco será posible explicar lo ocurrido como una coincidencia.
¿Cual es la razón?
1. Muy a menudo, la gente llega tarde porque quiere hacer más de lo que puede.
Debido a la sobrecarga, la rutina diaria se vuelve completamente desorganizada e incluso las actividades rutinarias deben realizarse en medio del caos y el alboroto.
2. Otra circunstancia es ignorar las necesidades de otras personas.
En otras palabras, aquellos a quienes les gusta llegar tarde simplemente no valoran su propio tiempo ni el de los demás.
3. La tercera razón es la incapacidad o falta de voluntad para planificar adecuadamente el día.
Cómo influir en las circunstancias
Es importante saber priorizar y no apresurarse a aceptar todo lo que se propone.
Pide tiempo para pensar, evaluar tus capacidades y recordar si tienes otros planes para esta noche.
Una forma efectiva es adelantar el reloj cinco minutos.
Pero el problema es que la gente moderna a menudo mira la hora en sus teléfonos inteligentes, y rara vez muestran una hora inexacta.
Por lo tanto, la autodisciplina y el respeto hacia quienes esperan de ti te ayudarán a deshacerte de un mal hábito.