Resulta que una siesta corta durante el día ayuda a resolver problemas complejos de manera más eficiente y rápida.
Los científicos estadounidenses llegaron a esta conclusión basándose en los resultados de un experimento.
Según se demostró durante el experimento, los participantes que tomaron una siesta durante el día mostraron mejores resultados en comparación con los que simplemente tomaron un descanso.
Los científicos lo explican porque el sueño fortalece las conexiones entre los recuerdos y estimula el pensamiento.
Experimento
Cuando los sujetos intentaron resolver nuevos problemas durante el experimento, su éxito dependió de lo bien que pudieron relacionar los problemas con los que habían resuelto previamente.
Según los científicos, incluso 13 minutos de sueño diurno pueden mejorar significativamente la función cerebral.
Según los datos obtenidos, la capacidad de resolver problemas mejora significativamente durante la fase REM (movimientos oculares rápidos).
En total participaron en el experimento 58 ciudadanos de entre 18 y 29 años.
Se dividieron aleatoriamente en dos grupos: uno incluía a aquellos que podían tomar una siesta durante el día y el otro a aquellos que permanecían despiertos.
Tareas
A los participantes se les dieron 8 problemas iniciales (mostrados en la pantalla), con 3 minutos para resolver cada uno.
Después de resolver el problema, a las personas se les dieron las respuestas correctas para que las recordaran.
Luego se les dieron 8 problemas nuevos que eran estructuralmente similares a los anteriores, pero diferían en el nivel superficial.
Los participantes tuvieron que resolverlos sin respuestas correctas.
Esto permitió a los científicos evaluar la capacidad de los sujetos para aplicar los conocimientos de tareas antiguas a otras nuevas.
Sueño
Después de completar las tareas iniciales, la gente tuvo un descanso de dos horas. En un grupo los sujetos dormían, en el otro no.
Después del descanso, los que tomaron una siesta tuvieron un mejor desempeño en los problemas nuevos que los del grupo despierto.
La diferencia en el rendimiento no se debió a la capacidad inicial para resolver problemas, ya que los participantes de ambos grupos tuvieron un rendimiento similar antes del descanso.
Además, las personas de los dos grupos no diferían en su capacidad para recordar soluciones a los problemas iniciales.
Esto último sugiere que los efectos del sueño diurno no se deben a una mejora de la memoria.