El embarazo es un período emocionante en la vida de una mujer. Las numerosas señales y supersticiones asociadas con esta época sólo aumentan las preocupaciones.
Muchas de ellas tienen su origen en un pasado lejano, cuando estas prohibiciones se crearon con el fin de proteger a la madre y al niño de posibles daños.
No es de extrañar que muchas embarazadas se pregunten: ¿tienen estos signos alguna base sólida o son sólo mitos? Descubramos juntos hasta qué punto son justificadas las supersticiones asociadas al embarazo.
Las mujeres embarazadas no deben cortarse el cabello
Probablemente todas las mujeres embarazadas han oído hablar de la prohibición de cortarse el pelo. El tabú surgió porque nuestros antepasados creían que la fuerza vital de una persona estaba almacenada en el cabello.
Por eso existe la creencia de que al acortarse el cabello, la mujer acorta su vida y la de su futuro hijo.
![Las embarazadas no deben cortarse el cabello: ¿verdad o mito? Embarazo](https://www.belnovosti.com/sites/default/files/2025-02/beremennost_1.jpg)
De hecho, los médicos afirman que las causas de la mortalidad infantil no tienen nada que ver con si la madre se cortó el pelo durante el embarazo.
Las mujeres embarazadas no deben acariciar a un gato
Si una mujer embarazada acaricia un gato, su bebé nacerá peludo: existe esa creencia. Probablemente esto se hizo porque una mujer podría contraer una infección peligrosa durante el contacto con animales.
Las investigaciones científicas no respaldan esta teoría, porque muchas mujeres que tienen gatos dan a luz a niños completamente sanos.
A la futura madre no se le permite coser, tejer ni bordar.
Se creía que debido a las labores que realizaba la madre, su hijo podía enredarse en el cordón umbilical. Los médicos modernos dicen: el riesgo de enredo del cordón umbilical aumenta en el caso de polihidramnios, cuando el feto es pequeño y se encuentra en una gran cantidad de líquido.
Si hablamos de tejer y otras actividades que requieren estar sentado durante mucho tiempo, es importante hacer una pausa cada 20-30 minutos para cambiar de posición, levantarse y caminar un poco. De esta manera podrás evitar el estancamiento en los órganos pélvicos.