Las preguntas sin tacto se hacen con diferentes propósitos, pero la mayoría de las veces las personas incultas lo hacen.
En tales casos, es necesario responder la pregunta de tal manera que el interlocutor no quiera volver al tema elegido. Y es posible.
A continuación se presentan algunas técnicas que harán que su interlocutor se arrepienta de haber planteado este tema.
Primer movimiento: boomerang
Si le hicieron una pregunta que no desea responder o no desea revelar esta información en absoluto, pregúntele a su interlocutor por qué preguntó al respecto, cuánto tiempo ha estado preocupado por este tema o aclare inmediatamente si se considera una persona culta (educada).
Segundo movimiento: evasión
En lugar de responder, puedes llevar la conversación a un nivel en el que te consideres un profesional.
Es necesario tomar la iniciativa en la conversación. Debe pertenecerle a usted, no al interlocutor.
Debe actuar con asertividad, cortesía y sus argumentos deben estar justificados.
Tercera técnica: broma
No puedes responder la pregunta y evitar el conflicto riéndote de ella.
Puedes hacerlo con una cita, una anécdota histórica o una palabra o frase conmovedora.
Todos estos métodos le permiten salvar las apariencias y salir victorioso con confianza de cualquier disputa o conversación no deseada.