Cuando muchas personas escuchan la palabra “gracias”, responden así: “¡De nada!”
Hay otras opciones similares: “¡Ay! ¡Disparates!" y "No es necesario dar las gracias".
Todas estas opciones son muy malas. Deberían ser abandonados.
¿Por qué es mala la expresión “De nada”?
El caso es que esta frase devalúa la asistencia brindada.
Una persona que contribuyó a la solución de un problema particular admite en realidad que su contribución es supuestamente insignificante.
Su interlocutor puede incluso sentirse ofendido.
Y esto es bastante comprensible: una persona no podía hacer frente a tal o cual tarea, lo ayudaron, pero inmediatamente le explicaron que la tarea era muy simple. En tal situación, es fácil sentirse “débil” o “inepto”.
Pero la cuestión ni siquiera está en la posible reacción del interlocutor. Al decir la frase "De nada", empeoras las cosas para ti: resulta que no valoras tu propia contribución y consideras que has perdido el tiempo.
No seas tan modesto. Deja de usar las líneas "De nada", "Tonterías" y "No es necesario que me agradezcas".
Cómo responder adecuadamente a la gratitud
Es mucho mejor utilizar la palabra "por favor": su interlocutor probablemente estará encantado de escuchar esa respuesta.
La siguiente frase también es una buena opción: “¡Me alegró mucho poder ayudar!”