Hoy en día, muchos sostienen que comprar cosas caras es una manifestación de amor propio.
De hecho, esto es un error: tal comportamiento, por el contrario, indica una falta de cuidado personal: si gasta demasiado dinero y luego se enfrenta a la falta de fondos, deudas y préstamos, se condena a una incomodidad constante.
Por tanto, las compras impulsivas no son una manifestación de amor propio, sino un intento desesperado de afrontar el dolor interior.
El resultado es la adicción. Si siente que está empezando a apoderarse de usted, pruebe la técnica que se describe a continuación. No lo deje para más tarde, utilícelo durante su primera salida de compras.
Determinar la causa
Lo primero que tienes que hacer es determinar por qué estás comprando.
Para hacer esto, necesita aprender a observarse a sí mismo mientras compra para poder detenerse y preguntarse en el momento: "¿Qué y por qué estoy haciendo/siento ahora?"
Como se mencionó anteriormente, ir de compras puede ser una forma de afrontar el dolor que esconde otro sentimiento, por ejemplo, tristeza, miedo o vergüenza. Tu tarea es comprender cuál es este sentimiento.
Bonificaciones y precios
Ahora que ha logrado recuperarse, es hora de la siguiente pregunta: "¿Qué cambiará en mi vida si compro esto ahora?"
Como resultado, podrás descubrir cuáles son los pros y los contras de tu próxima compra.
Incluso si la compra ya se ha realizado, pregúntese: "¿Qué ha cambiado en mi vida después de esta compra?"
Las respuestas recibidas son una excelente base para la reflexión. Cuando logre comprender las condiciones bajo las cuales se realizan las compras, podrá eliminar la causa raíz, usted mismo o con la ayuda de un especialista.