Si las personas, al besarse, abrieran mucho los ojos y se miraran fijamente, parecería, al menos, espeluznante.
Sin embargo, la razón por la que muchas personas prefieren cerrar los ojos mientras besan no es sólo el miedo a ahuyentar a su pareja.
Según un estudio de 2016 publicado en el Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance, las personas a veces cierran los ojos para mejorar su sentido del tacto.
Aunque los investigadores no han relacionado esta característica con la explicación de besar con los ojos cerrados, todavía se aplica en este contexto.
Durante el experimento, los científicos colocaron dispositivos vibratorios especiales en las manos de los participantes y les pidieron que miraran una pantalla con letras parpadeantes.
Se pidió a los voluntarios que marcaran la aparición de los símbolos X y N en la pantalla, y también informaran la presencia o ausencia de vibración.
Los investigadores notaron que a medida que la secuencia de letras se volvía más compleja, los participantes comenzaron a sentir peor la vibración.
Repetimos: aunque el experimento no se realizó para estudiar la etiqueta en los besos, sus resultados pueden adaptarse a esta cuestión.
Besar puede considerarse un acto físico íntimo. Para que el cerebro aprecie plenamente la intensidad y las sensaciones, es necesario cerrar los ojos; de esta manera la persona puede centrar toda su atención en el tacto y las experiencias internas.