Las acciones son más importantes que las palabras. Pero esto no significa que no puedas controlar tu discurso.
Basta con pronunciar una frase descuidada y la relación con el interlocutor se arruinará.
Hay varios comentarios peligrosos que pueden hacer que una persona pierda el respeto de familiares, amigos, colegas, jefes y subordinados.
"No le debo nada a nadie"
Quien pronunció esta frase está seguro de lo siguiente: mostró orgullo e independencia.
Pero el interlocutor probablemente llegará a una conclusión diferente: “No me ayudará, aunque se lo pida. No hay nada por lo que respetar a esta persona”.
"Ese es su problema"
Sí, no estás obligado a resolver los problemas de otras personas. Pero no lo menciones.
La frase “Es su problema” suele ser percibida por los demás como una demostración de indiferencia o burla.
"No es mi culpa"
No debes decir esta frase si tu culpa es obvia.
Es mejor admitir inmediatamente el error y comenzar a corregirlo. De lo contrario la gente dejará de respetarte.
“Todo el mundo hace esto. ¿Por qué no puedo?
No justifiques así tus malas acciones.
Las personas que te rodean probablemente reaccionarán negativamente ante tal afirmación.
"Me veo bien en comparación con él".
Tales intentos de afirmarse hacen que una persona sea lamentable a los ojos de los demás.
Anteriormente te contamos cómo reconocer a una persona de voluntad débil en el primer encuentro.