Desde un punto de vista científico, los sueños son un caldo de cultivo para la investigación. Puedes estudiar por qué sueñas o por qué no sueñas en absoluto.
Parece que obtener una respuesta precisa a la segunda pregunta fue mucho más rápido que estudiar la naturaleza de los sueños, y más aún de los proféticos.
Científicos de Francia contribuyeron al estudio de la naturaleza de las visiones nocturnas. En primer lugar, asumieron que todo el mundo sueña, pero no todo el mundo recuerda haberlos tenido.
Los hallazgos se anunciaron en 2014. Luego, los investigadores clasificaron a las personas con mayor actividad cerebral en esta categoría.
Específicamente, se observó actividad en la unión temporoparietal y la corteza prefrontal medial.
Pero en cuanto a las personas que no sueñan en absoluto, esto no es ficción, sino algo bastante raro.
Los expertos suelen asociar la desactivación de esta “opción” a una enfermedad o lesión cerebral previa.
Un ejemplo de ello fue descubierto en 1984. Al recibir una herida de metralla en la cabeza, el paciente quedó sin la fase de sueño, lo que se denomina sueño REM.
Por lo demás, era una persona completamente sana y llevaba un estilo de vida muy normal.
Además, los investigadores concluyeron que la capacidad de soñar se pierde en personas que, por diversas razones, se ven obligadas a tomar antidepresivos en dosis importantes.
El medicamento acorta la fase del sueño REM, lo que nuevamente afecta la capacidad de soñar, o los pacientes los olvidan rápidamente.
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