El conocido dicho de que el miedo tiene los ojos grandes se utiliza con más frecuencia cuando una persona tiene miedo de emprender un nuevo negocio.
Pero desde el punto de vista de la ciencia, todo es verdad. El miedo realmente hace que los ojos y las pupilas se agranden.
Los empleados de la Universidad de Tubinga se interesaron por este tema. Los resultados del trabajo fueron publicados por Nature.
Durante el experimento, los científicos practicaron con ratones.
No asustaron a los roedores, simplemente les mostraron imágenes coloridas que registraban la actividad de las neuronas en la corteza visual del cerebro.
Durante una observación prolongada, los científicos llegaron a la conclusión de que la cautela o el miedo provocaban que la pupila del ojo del roedor se dilatara.
Al mismo tiempo, la sensibilidad de las neuronas cambió en tan solo unos segundos.
Al analizar los datos obtenidos, los científicos llegaron a la conclusión de que una pupila dilatada transmite mejor la luz.
En otras palabras, los ojos se agrandan por miedo y por una razón. Esta característica le permite ver mejor el peligro.
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