No se puede negar: cuando haces algo aburrido, los minutos pasan con una lentitud insoportable y viceversa: un pasatiempo apasionante termina con una rapidez imperdonable.
Los empleados de la Universidad Estatal de Ohio, EE. UU., intentaron encontrar el motivo.
Llegaron a la conclusión de que las personas (o mejor dicho, la mayoría de ellas) pasan rápidamente las vacaciones porque perciben los acontecimientos positivos como algo breve.
Los científicos analizaron cuatro estudios, en uno de los cuales los participantes comentaron sobre la duración de tres tipos de fines de semana próximos: divertido, terrible y normal.
En una escala especial, los voluntarios notaron lo pronto que sentían que comenzaría y terminaría el fin de semana.
Según los resultados, un buen fin de semana empezaba más tarde y terminaba antes, mientras que un mal fin de semana, por el contrario, llegaba más rápido y duraba más.
Según los autores del trabajo, este fenómeno se explica por nuestra percepción y actitud inicial.
Algo malo y desagradable nos causa miedo, nos presiona, por eso pensamos que un evento negativo llegará más rápido, mientras que algo bueno nos parece algo inalcanzable y muy pequeño.
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