Los escolares, estudiantes y representantes de muchas profesiones (profesores, médicos, artistas, etc.) se enfrentan periódicamente a la necesidad de recordar grandes cantidades de información.
Sin embargo, hay un problema: muy a menudo los puntos y formulaciones memorizados “desaparecen” rápidamente de la cabeza.
Afortunadamente, existen muchos trucos que facilitan la absorción de información y su retención en la memoria durante mucho tiempo.
Y no estamos hablando sólo de dispositivos mnemotécnicos.
Existe un truco sencillo cuya implementación prácticamente garantiza una rápida memorización de determinada información.
Entonces, una persona que está tratando de memorizar algo debería... cerrar los ojos.
Memorizar con los ojos cerrados
Resulta que con los ojos cerrados la asimilación de información se simplifica y acelera notablemente.
Además, vale la pena cerrar los ojos si necesitas recordar algo importante con urgencia.
Por alguna razón esta técnica funciona. Existe una hipótesis que se acerca a la verdad: cuando una persona cierra los ojos, se protege de distracciones innecesarias y, por tanto, se consigue el efecto deseado.
Anteriormente explicamos por qué es tan difícil volver al trabajo después de las vacaciones.