Si te preguntas si debes perdonar a alguien que te ha hecho daño mortalmente, recuerda que el perdón trae curación principalmente a la persona que perdona.
Perdonar es lo mismo que darse libertad.
Cómo aprender a perdonar a los ofensores
1. Analice el daño que le han causado, sin subestimar ni exagerar. Se requiere que usted tenga una lista completa de todo lo que le hicieron y las heridas que le causaron.
2. Cuando haya terminado con la lista, describa las emociones que sintió junto con la ofensa y piense en cómo afectaron su vida; esto podría ser ira, odio, humillación, vergüenza, etc.
Escríbalos y hable sobre ellos; puede expresar emociones de cualquier forma (no violenta).
3. Tendrás que renunciar al deseo de responsabilizar para siempre a la persona que te ofendió.
Si, contrariamente a lo dicho, espera que el delincuente rinda cuentas ante usted para siempre, esto significa que ha abandonado voluntariamente su propia vida.
4. El último paso que debes dar es dejar ir a tu agresor.
Literalmente: afloja los puños y déjalo ir, deja de exigirle que cambie, deja de curar tus heridas.
Deja de recordar todos los insultos y agravios una y otra vez; deja que esta persona ya no ocupe tus pensamientos.
Anteriormente hablamos de cómo conocer a otras personas cuando viajas solo.