El acoso se refiere a la atención no deseada de naturaleza sexual que pone a la víctima en una posición incómoda.
Esta “categoría” incluye tanto intentos de violación como chistes, gestos o incluso sonidos dudosos que pueden ofender y humillar.
En el campo del derecho, este término se aplica a las relaciones jerárquicas, es decir, cuando una persona muestra una atención inadecuada a otra que depende de él; por ejemplo, cuando un jefe le insinúa a un subordinado sobre sexo a cambio de un ascenso, etc.
¿Qué debe hacer una víctima de acoso?
Lo principal es no dejar que las cosas sigan su curso.
Lo primero que debe hacer es decirle al acosador que su comportamiento es inaceptable: es probable que perciba sus propias acciones como una especie de “cumplido” y, a través de la conversación, se dé cuenta de lo inadecuado de su comportamiento.
Además, vale la pena recordar que los casos de acoso deben registrarse: puede grabarlos en una grabadora de voz, tomar una foto del jefe o tomar una captura de pantalla de un mensaje sucio, etc.
Intente ponerse en contacto con la alta dirección o con el sindicato; en general, alguien que pueda influir en el acosador.
Finalmente, si todo lo anterior falla, siempre puedes abandonar, así que no descartes esa opción.
Anteriormente escribimos sobre si es posible desarrollar el sentido del humor .