¿Está contento de saber que pasó con éxito una entrevista difícil y espera con ansias su nuevo trabajo?
Por supuesto, su corazón latirá más rápido por la emoción y la anticipación, pero al mismo tiempo puede sentirse extremadamente nervioso.
Para ayudarle a afrontar este sentimiento y minimizar el estrés de la transición a un nuevo trabajo, recordemos algunas de las reglas más simples y efectivas.
Haga preguntas y “caliente sus oídos”
Intenta tener en tu cabeza la información que en los primeros días te caerá como de un balde: sobre descripciones de puestos, normas internas, código de vestimenta, etc.
Si algo no está claro, no dudes en preguntar.
No tengas miedo de admitir errores
Es muy posible que, simplemente sentándose en una nueva silla de oficina, quiera sorprender a todos con sus notables talentos, pero a veces, bajo estrés, nosotros, por el contrario, comenzamos a cometer el doble de errores. Si esto te sucede, recuerda que sólo los ángeles están libres de pecado y admite el error que cometiste.
No difundas rumores y chismes.
Esto no le da crédito a nadie, especialmente a un empleado nuevo. Te recordamos aquí que en presencia de compañeros es mejor evitar las conversaciones personales en un teléfono móvil, y más aún en un teléfono del trabajo. Si surge la necesidad, salga de la oficina para hablar.
no llegues tarde
Recuerde, la puntualidad es una cualidad que se respeta.
No te quedes tarde en el trabajo
Si hace esto, probablemente no sepa cómo planificar correctamente su jornada laboral o esté tratando de complacer a la gerencia. Ambos no serán apreciados. Al mismo tiempo, no se apresure a salir de su lugar de trabajo exactamente a las seis de la tarde; trate de mantener el equilibrio.
Anteriormente te contamos qué hacer para crear más motivos para reír .