No existen formas 100% de ayudar a identificar a un verdadero mentiroso. Sin embargo, la mentira en sí es muy fácil de reconocer.
¿Quieres pillar a tu homólogo mintiendo? Luego escúchalo atentamente y observa estos detalles.
Inclinaciones frecuentes de la cabeza.
Con base en este signo verbal, se puede entender que una persona elige palabras para una respuesta favorable en lugar de decir la verdad.
¿Notó que su homólogo inclinó espontáneamente la cabeza o la echó hacia atrás? Resulta que es un mentiroso común y corriente que intenta engañarte con el dedo.
Respiración rápida y apariencia ansiosa.
Mentir es mucho más difícil que decir la verdad. El problema es que la verdad siempre es difícil e impactante. ¿Has notado que tu interlocutor ha empezado a respirar aceleradamente o se pone nervioso?
Es posible que no quiera discutir el tema que mencionaste. Por eso empezó a confundirse y a tragar aire con avidez.
Las personas sensibles a menudo se enrojecen o se sonrojan cuando engañan a los demás. Naturalmente, esta característica no se puede ignorar. Expondrás a un mentiroso que se sonrojará ante tus ojos al instante, no hay duda de ello.
Comportamiento excesivamente tranquilo o, por el contrario, activo.
Por supuesto, el engañador tiene miedo; no quiere ser sorprendido en una mentira y deshonrado. Por lo tanto, trata de ocultarte sus verdaderas emociones.
Algunos mentirosos se calman repentinamente, otros hablan sin cesar y otros se echan a reír. Pero su alma no está en el lugar correcto, se nota en sus ojos.
Declaraciones confusas, repeticiones y vacilaciones en el habla.
¿Tu interlocutor de repente ha empezado a hablar o a repetir las mismas palabras una y otra vez? Resulta que te está engañando.
El cerebro del mentiroso trabaja en su contra, señalando la falta de fiabilidad de la información que da. Esto significa que la persona ha memorizado y ensayado todas las respuestas antes de explicárselas.
Una auténtica explosión de información
A menudo, una persona engañosa intenta cargar a una persona crédula con información importante y muy personal.
Pero estos son sólo detalles sin sentido. Una forma ideal de redirigir la atención de tu interlocutor.
¿Su conversación con una persona sospechosa de repente se ha vuelto agradable y confidencial? ¿Has escuchado de él algo similar: “Estoy compartiendo contigo mis cosas más íntimas, nunca dudes de mi sinceridad y honestidad!”? Las cosas van mal: hay un mentiroso astuto frente a ti.
Boca cubierta con la mano
Muchos engañadores abusan de este gesto a nivel inconsciente.
Si te encuentras con un fenómeno similar durante una conversación, significa que un interlocutor deshonesto está tratando de tomarte de la nariz. Es como si se detuviera para no soltar demasiado. Resulta que tiene muchos secretos.
Cuello cubierto a mano
Este signo también revela una contraparte engañosa. Observe estas características con más frecuencia y las pistas estarán en su bolsillo.
Una persona teme que su propio engaño le cause daño. Por eso su mano llega hasta su cuello. Esta acción está dictada por la vigorosa actividad del cerebro.
Estado nervioso o ansioso.
El engañador puede sacudir la pierna, golpear la mesa con las yemas de los dedos o tocar pequeños objetos en las manos.
Todas estas acciones indican incertidumbre y vergüenza de la contraparte en algunos casos. Los mentirosos también suelen exhibir este comportamiento. Simplemente no pueden quedarse quietos debido a sus propias mentiras.
Mirada confusa, ojos moviéndose de un lado a otro.
A menudo, la contraparte engañosa simplemente mira hacia abajo, tratando de evitar el contacto visual. Como sabes, a una persona que engaña le resulta difícil mirar a los ojos a su interlocutor. Pero una persona honesta no tiene nada que ocultar, por eso no se aleja.
Mirada atenta, perforación.
Este ya es el signo opuesto. Sólo los mentirosos valientes y seguros de sí mismos se atreven a utilizar semejante truco. No les da vergüenza mirar fijamente a sus homólogos.
Al contrario, con la mirada intentan convencerle de su cristalina honestidad y franqueza. Este truco suele funcionar. Pero no dejes que te engañe.
Largo silencio entre declaraciones y respuestas
Una contraparte mentirosa necesita tiempo para encontrar algo plausible. Por ejemplo, una excusa para ti mismo.
Si continúa bombardeando persistentemente a su confundido interlocutor con preguntas, se sorprenderá de cuánto tiempo le toma encontrar las palabras para responder. Ésta es la mejor confirmación de una mentira.
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