Los comentarios que dejan los “trolls” en Internet pueden inquietar a cualquiera, arruinar su estado de ánimo y asestar un duro golpe a su autoestima.
Quizás la reacción más correcta ante ellos, que le salvará de un estrés innecesario, sea ignorarlos por completo.
Le invitamos a aprender la habilidad más importante necesaria para sobrevivir en Internet: la capacidad de ignorar comentarios duros, groseros y provocativos.
Comprenda: ruidoso no es igual a importante.
A veces los comentarios más ruidosos son también los más vacíos y, como no significan nada, no merecen tu atención.
Aprenda a ver la diferencia entre buenos consejos y ruido inútil
Cada día recibimos muchos consejos, pero eso no significa que debamos seguirlos. Antes de utilizar otra recomendación, considere si coincide con su visión del mundo y sus valores y si le ayudará a alcanzar sus objetivos.
Centrarse en las personas adecuadas
No debes centrarte en aquellas personas que expresan sus opiniones de forma más dura y agresiva que otras, sino en aquellas cuyo punto de vista realmente te importa y cuyo conocimiento y experiencia pueden resultarte útiles.
Llegar a comprender que las personas “buenas” a veces son calladas.
Entre los comentaristas probablemente haya personas que lo apoyen, lo ayuden y lo alienten, pero al mismo tiempo no intenten llamar la atención de manera intrusiva. A veces son invisibles, ya que no hacen declaraciones duras y críticas, pero su apoyo puede ayudar mucho.
Aplicar la regla 99:1
Esta regla dice: el 99% de tu tiempo debe dedicarse a personas que te elogian y apoyan (o al menos hablan de tus defectos de manera amigable y tranquila), y el 1% restante debe dedicarse a aislar las críticas constructivas de los comentarios de odio.
Desarrollar a partir de la alabanza
En lugar de intentar crecer a través de las críticas, hazlo a través de elogios y aliento; esto te ayudará a desarrollar fuerza interior y ganar aún más confianza en ti mismo.
Simpatizar con la gente vacía
Dado que los comentarios fuertes suelen ser gente vacía, no queda más que sentir lástima por ellos.
Anteriormente, compartimos métodos eficaces para ayudar a afrontar la envidia.