Cada persona tiene su propia actitud hacia la limpieza y el orden.
Así, por ejemplo, a algunas personas les resulta inaceptable dedicar su valioso tiempo a poner las cosas en orden con regularidad, mientras que otras no pueden superar el deseo obsesivo de adquirir constantemente cosas nuevas para su hogar, convirtiendo gradualmente su hogar en un almacén.
Quizás sería interesante estudiar las razones por las que surgen los trastornos; resulta que no están relacionadas con la fuerza de voluntad, sino con problemas psicológicos.
En primer lugar, la casa se vuelve como un establo como resultado del acaparamiento patológico (silogomanía), también conocido como “síndrome de Plyushkin”, cuando una persona literalmente arrastra todo a la casa.
En segundo lugar, el caos en el apartamento se puede explicar desde el punto de vista del infantilismo, cuando un adulto no está adaptado en absoluto a la vida cotidiana.
Como regla general, una manifestación de esto es la falta de voluntad para asumir responsabilidades, mostrar conciencia, arreglar el apartamento o mantener la limpieza.
Y en tercer lugar, en ocasiones la vivienda se ve afectada por problemas como el estrés crónico, la depresión, el trastorno de ansiedad, la pérdida o la apatía.
BelNovosti escribió anteriormente sobre cómo reconocer la manipulación y evitar su influencia.