Quizás ya estés familiarizado con la historia de Max Hawkins, un ingeniero de San Francisco que trabajaba en Google y que alguna vez estuvo muy preocupado porque su vida estaba demasiado estandarizada.
Todos los días se levantaba a las siete de la mañana, tomaba una taza de café y iba en bicicleta al trabajo, hasta que llegó a la conclusión de que de ese modo estaba limitando su libertad.
Teniendo en cuenta sus habilidades como programador, Hawkins decidió luchar contra la rutina con la ayuda de la tecnología.
Para ello, creó una aplicación en forma de generador de selección aleatoria y vivió “caóticamente” durante más de dos años.
Los algoritmos tomaban decisiones por él en absolutamente todo.
El programa elegía qué debía desayunar, almorzar o cenar, dónde viviría (Max se mudaba cada dos meses), a qué evento asistiría y hasta qué música escucharía.
Hawkins confió tanto en la aplicación que incluso se hizo un tatuaje con una imagen que encontró al azar en Internet.
Por supuesto, con ese estilo de vida no pudo ocupar su puesto anterior, por lo que renunció a la corporación.
Pero Hawkins tomó una clase de yoga acrobático en Mumbai, vio cabras en una granja en Eslovenia y cenó en un café para gatos en Taipei, por nombrar sólo algunas de las cosas que hizo.
Según él, esas condiciones le ayudaron a sentirse más completo.
Anteriormente, hablamos de cómo el número de una casa o apartamento afecta tu vida.
