Muchas personas están familiarizadas con la situación en la que no quieren ir a trabajar. Y no porque no le guste o tenga pocos ingresos, sino por personalidades concretas. Las toxinas envenenan la vida y, lamentablemente, se encuentran en casi todos los grupos.
Imaginemos: Dasha ama su trabajo y ve en él perspectivas de futuro. Pero hay un desequilibrio: ella hace lo que ama, pero está en un terrario, cuyos habitantes muerden y ponen trampas todos los días. Incluso un colega tóxico es suficiente para hacer de su jornada laboral un infierno.
Los empleadores se preocupan por los indicadores, registros, etc. Les importa poco el ambiente que reina en el equipo. Sólo unos pocos cumplen con las reglas de selección de personal, de modo que cada empleado es un eslabón significativo en un único mecanismo. Resulta que la mayoría de los equipos profesionales están formados por individuos decididos a lograr sus propias victorias, donde la competencia pasa a primer plano.
¿Es agradable trabajar en un equipo así? La respuesta es obvia. Carece de respeto, aceptación, asistencia mutua y otras cualidades útiles. Una persona olvida qué es la armonía interior. Él no vive aquí, pero intenta sobrevivir, dice el psicólogo Stanislav Sambursky .
Algunas personas tienen pensamientos, y con ellos nobles impulsos, de mejorar al menos a un colega tóxico. Es algo bueno, pero inútil. A esas personas no se les puede corregir.
Se guían por sus propias leyes y principios. ¿Por qué cambiar algo cuando ya es conveniente?
Dado que es imposible cambiar a las personas tóxicas, significa que debes protegerte de su influencia negativa. Veamos cómo hacer esto.
- Comunicarse con colegas exclusivamente por negocios. No hables de ti mismo ni discutas sobre los demás. Todo lo que digas se convertirá en chisme y de forma muy embellecida.
- No piense en cómo complacer a sus colegas, no ayudará. Para las personas tóxicas, una buena acción es otro motivo para calumniar. La ayuda no tiene valor para ellos.
- Concéntrate en tu trabajo. Ella es el objetivo principal. Todo lo demás no debería ser de interés. A las personas tóxicas les irrita la indiferencia. También puede provocar ataques dirigidos a usted, pero no por mucho tiempo, porque luego no habrá nada a lo que “captar”.
- Recuerda la autoestima. Reponga periódicamente su equilibrio energético: deportes, arte, meditación, etc. Para sobrevivir en un equipo tóxico, necesita recursos, y en este entorno se agotan rápidamente. Es importante pensar en la conveniencia de estar en esta empresa. Considere buscar una alternativa.