La sal de mesa y el azúcar granulada son muy similares.
Ambos productos son una sustancia blanca que fluye libremente.
Por lo tanto, no es de extrañar que a veces los cocineros añadan por error azúcar en lugar de sal a la sopa.
O, por el contrario, se vierte mucho cloruro de sodio en la masa para hornear, aunque debería haberse utilizado azúcar granulada.
Para evitar este tipo de situaciones, los productos a granel deben almacenarse en contenedores que sean muy diferentes entre sí en forma y color.
Sin embargo, incluso si se cometió un error, no hay por qué enojarse. El caso es que confundir sal con azúcar es buena señal.
Consecuencias, según los signos
Se cree que el uso ocasional de azúcar en lugar de sal (o sal en lugar de azúcar) es un presagio de felicidad.
Quizás el cocinero que cometió un error tenga mucha suerte en un futuro próximo.
Es posible que esta persona pronto escuche buenas noticias.
Además, confundir la sal de mesa con el azúcar granulada es señal de la necesidad de prepararse para los cambios en la vida. Además, según los indicios, estamos hablando de cambios para mejor.
