Un espejo no es sólo un objeto del hogar, sino también un símbolo de misticismo y magia.
Desde la antigüedad, la gente atribuía a los espejos la capacidad de reflejar no sólo la apariencia de una persona, sino también su alma.
Por lo tanto, mirarse al espejo se consideraba peligroso, ya que podías encontrarte con fuerzas no deseadas o perder tu esencia.
Daba especialmente miedo mirarse en un espejo roto o en un trozo de cristal.
Según la leyenda, esto podría provocar desgracias, enfermedades o incluso la muerte. Hubo varias explicaciones para este signo.
• Un espejo roto es una violación de la integridad y la armonía, que son necesarias para el bienestar humano. Al mirarse en un espejo roto, una persona corre el riesgo de destruir su mundo y su vida.
• Un espejo roto es un portal a otro mundo donde viven espíritus malignos y fantasmas. Al mirarse en un espejo roto, una persona puede convertirse en víctima de estas entidades o incluso trasladarse a su realidad.
• Un espejo roto es un reflejo de la energía negativa que se emite cuando se destruye un objeto. Al mirarse en un espejo roto, una persona puede infectarse con esta energía y atraer problemas.
Para evitar las consecuencias de mirarse a un espejo roto, la gente ha ideado diferentes formas de neutralizar su influencia. Por ejemplo:
• Deseche inmediatamente los fragmentos del espejo o entiérrelos bajo tierra.
• Lávese la cara con agua fría o límpiela con sal.
• Cuelga una cruz o un amuleto en la pared.
• Leer una oración o un hechizo.
Hoy en día, muchas personas no creen en el poder de los espejos y consideran este signo una superstición. Sin embargo, si accidentalmente miras un espejo roto o un fragmento, no está de más seguir una de estas reglas por si acaso.