Poder determinar que una persona no tiene confianza en sí misma es necesario no para "reprimirla", sino para poder controlarse a sí misma.
Esto es importante, aunque sólo sea porque un manipulador de su entorno puede aprovechar las señales que transmite.
¿De qué señales estamos hablando?
Así, la conducta no verbal es especialmente elocuente en una persona insegura. Esta es una "mirada fugaz" cuando una persona evita mirarlo directamente a los ojos, se encorva y encorva y habla arrastrando las palabras.
La respiración irregular también indica incertidumbre: tu interlocutor te dice algo a un ritmo rápido, tras lo cual se ve obligado a detenerse para respirar.
También debes tener cuidado cuando notes gestos nerviosos. A menudo, las personas con este rasgo de carácter juguetean con algo en sus manos o se retuercen los dedos.
Además, el contacto frecuente es una señal clara: una persona puede tocarse la cara o el cabello, ajustarse constantemente una prenda de vestir o quitarse motas de polvo inexistentes.
Finalmente, las distracciones causadas por relojes, teléfonos y otras personas, así como los frecuentes cambios de postura, revelan un carácter inseguro.
