Muchos padres se enfrentan al problema de la falta de motivación para estudiar de sus escolares.
En lugar de culpar al niño, primero conviene comprender las razones de su actitud hacia el aprendizaje.
Pueden ser muy diversos. Por ejemplo, la negatividad hacia el aprendizaje puede ser causada por el ambiente en el aula o el trabajo del profesor en el aula.
Para identificar la llamada “fuente primaria”, acuda al profesor de la clase y hágale preguntas sobre cómo se comporta su hijo o hija en la escuela. En qué lecciones trabajan activamente y cuáles no despiertan su interés.
Durante la conversación, tantee el terreno: también puede suceder que el niño tenga un conflicto con el profesor de la clase.
El interés por una materia específica o un estudio en general está determinado por el comportamiento del profesor y cómo presenta el material.
Para mayor claridad, puede comparar las lecciones con los platos de los restaurantes. Nadie traerá comida a un visitante, amontonada en un montón informe sobre un plato. En cambio, los chefs crean composiciones interesantes a partir de ellos, e incluso si la comida contiene alimentos que no te gustan, sigue siendo impresionante y memorable durante mucho tiempo.
Por tanto, la lección debe ser interesante y memorable.
Para “despertar el interés”, puedes invitar a tu hijo a participar en actividades extraescolares relacionadas con la materia, o en concursos y festivales. Asimismo, el deseo de asistir a la escuela aumenta como resultado de la participación activa en la vida de la clase y de la escuela.