Existen tres modelos de crianza de los hijos, que muchos padres ni siquiera conocen.
Después de leerlos, alguien se reconocerá en la descripción. En este caso, será útil saber qué consecuencias enfrentará en el futuro.
Según los expertos, los estilos de los padres al criar a sus hijos pueden ser libres, represivos y autoritarios.
estilo libre
No habrá una larga explicación. Los padres aceptan todo lo que su hijo pueda sorprenderles.
No hay interferencia de su parte, pero no se apresure a aplaudir: este es el peor de los casos.
La cuestión es que los niños deben sentir la guía del exterior y los padres deben dominar al niño, pero no explotarlo.
A pesar de que en la relación existe un alto nivel de cuidado y calidez y que los padres son los primeros amigos de los niños, existen algunas desventajas.
Surgen problemas de disciplina y autocontrol, y los niños en la escuela y en la edad adulta experimentan dificultades ante la necesidad de cumplir reglas y restricciones.
Crianza represiva
Es autoritario. Por lo general, los niños de estas familias crecen sin opiniones propias y rara vez se esfuerzan por lograr algo.
Los padres deciden todo por ellos, subordinando la vida de sus hijos a su voluntad y deseos.
Está claro que en el futuro estos niños no conseguirán nada con su trabajo o pronto romperán la comunicación con sus padres.
Crianza autoritaria
Es este modelo al que los psicólogos recomiendan prestar atención.
Se sitúa entre los estilos de crianza libre y autoritario.
Los padres están en una posición de autoridad, que sólo es posible con cierta experiencia y conocimiento.
Al mismo tiempo, los sentimientos del niño se tienen en cuenta según la edad, y a los niños no sólo no se les prohíbe expresar sus emociones, sino que se les enseña y ayuda a hacerlo.
La relación entre hijos y padres es cálida, pero hay un alto nivel de control.
Los padres muestran el cuidado necesario por el niño, lo apoyan y el niño mismo se esfuerza por desarrollar los mejores rasgos de su padre o de su madre.