Todo el mundo habla de lo importante que es desarrollar a un niño. Probablemente por eso a veces los padres piensan que cuantos más clubes asista un niño, mejor.
Como resultado, el bebé toma clases de baile, inglés, natación y otras cosas interesantes. Los niños modernos simplemente no tienen tiempo para querer nada, porque son enviados a clases de desarrollo incluso antes de que tengan la motivación.
Un número excesivamente elevado de actividades puede amenazar con una sobrecarga mental, lo que, a su vez, puede conducir a una desgana para hacer ejercicio.
En el futuro, los padres pueden encontrarse con un "agotamiento" infantil, cuando el niño no quiere nada.
Cuida a tu hijo o hija. Si ves que les cuesta despertarse por las mañanas, suelen ser caprichosos y demuestran agresividad, intenta reducir la carga priorizando lo que el propio bebé quiere.
Es importante que los niños pasen tiempo jugando, y el juego libre no es lo mismo que aprender jugando.
Según los profesores y psicólogos modernos, no vale la pena cancelar todas las clases adicionales a la vez.
A los 2-3 años, se permiten 1-2 clases adicionales por semana, a los 3-4 años, más, pero incluso en la adolescencia su número no debe ser más de 4 por semana.
De lo contrario, se corre el riesgo de crear un exceso de carga, lo que en el futuro hará que el niño no quiera hacer nada en absoluto y considere la pereza como la mejor actividad.