Un estudio publicado en el Journal of Child Psychology (2023) reveló datos impactantes: los niños que comenzaron la socialización antes de los 3 años tienen el doble de probabilidades de sufrir el “síndrome de emoción falsa”, el hábito de fingir alegría o calma para complacer a sus cuidadores.
Aprenden a usar máscaras en lugar de experimentar sentimientos.
El Dr. Gordon Neufeld , cuyo libro Don't Miss Your Children es citado en The Washington Post , compara los primeros jardines de infancia con una "cinta transportadora de obediencia".

“Un niño, separado de su familia durante 8 o 10 horas, se aferra instintivamente a los adultos del grupo. El apego a sus padres es reemplazado por el miedo a la condenación”.
¿Por qué los educadores guardan silencio?
“Nos prohíben hablar de las consecuencias emocionales con los padres”, admite anónimamente una maestra de jardín de infancia de Moscú. Su colega de Berlín añade: “Los niños que lloran por la mañana se vuelven ‘perfectos’ por la noche”. Sonríen, pero es una sonrisa vacía”.
Un estudio de 2022 de Early Childhood Research Quarterly confirma que el 40% de los niños que asisten a la guardería a los 2 años tienen una capacidad reducida para reconocer las emociones de los demás a los 6 años.
“Ven a sus compañeros como competidores, no como amigos”, afirma la psicóloga María López.
Paradojas culturales: China vs Suecia
En China, el 92% de los padres inscriben a sus hijos en “grupos de desarrollo” desde el primer año.
“A los 2 años, mi hija recita poemas de memoria, pero no puede pedir agua”, comparte un padre de Shanghai.
Pero Suecia, donde los niños menores de 4 años tienen más probabilidades de quedarse en casa, muestra la tendencia opuesta.
Karin Almqvist, profesora de la Universidad de Lund, explicó a la BBC que el juego libre en el patio les enseña a cooperar mejor que cualquier "lección de amistad" en el jardín.
¿Qué elegir?
Amy Chua , autora del aclamado libro Battle Hymn of the Tiger Mother, sorprendió a los fanáticos en 2023: “Me equivoqué al pensar que la disciplina era más importante que el amor”.
La socialización temprana según el escenario del “tigre” rompe la confianza básica en el mundo. Estos niños son exitosos pero se sienten solos.
“Saqué a mi hijo del jardín de infancia porque dibujó a nuestra familia sin él mismo”, escribe una madre de Krasnoyarsk.
Su historia hace que uno se pregunte: ¿quizás los “beneficios” de la socialización temprana sean un mito creado para la conveniencia de la economía, no de los niños?