Las rabietas infantiles son un “fenómeno” con el que cualquier padre ha tenido que lidiar más de una vez.
Muchos padres y madres creen que no se puede hacer nada ante este comportamiento del niño: sólo hay que esperar hasta que crezca.
Pero los psicólogos piensan diferente y comparten un método secreto que te ayudará a lidiar con la rabieta incipiente de tu hijo.
Tu trabajo es dejarles saber a tus hijos que respetas sus sentimientos.
Durante la próxima crisis, los padres deben ayudar al niño a comprender lo que le está sucediendo en este momento.
Una vez que reconozca los sentimientos de su hijo y le dé la oportunidad de participar en la solución del problema, la rabieta cesará.
Veamos la situación en la práctica.
Imagínese: un niño está a punto de iniciar un escándalo. No importa el motivo: te obligan a llevar una chaqueta en invierno en lugar de un vestido, te convencen de ir a la cama en lugar de ver dibujos animados o te invitan a cenar en medio de un partido.
En este punto, debes mirar a tu hijo o hija directamente a los ojos y con voz tranquila y calmada preguntarle: “¿Es este un problema grande, un problema mediano o un problema pequeño?”.
Verás: la pregunta que hagas tendrá un efecto mágico en el niño.
El niño dejará de estar histérico, comenzará a pensar y finalmente responderá, después de lo cual podrán buscar una manera de resolver el problema juntos.
Por regla general, no lleva mucho tiempo solucionar los pequeños problemas.
Los problemas medianos requieren un poco más de atención y tiempo: por supuesto, los resolverás, pero no de inmediato.
Por último, un problema serio requiere atención especial: nunca ignore algo que su hijo considere importante, incluso si piensa que es algo estúpido. A veces hay que ayudar a nuestro hijo a darse cuenta de que en la vida las cosas no siempre suceden como nos gustaría.
