El mundo moderno está cambiando rápidamente: aparecen nuevas tecnologías, aparecen nuevas profesiones en el mercado laboral y las antiguas desaparecen en el olvido.
La capacidad de adaptarse fácilmente a estos cambios convierte a la persona en un verdadero profesional que puede salir de su zona de confort, adaptarse a las demandas del mercado y encontrar aplicaciones a sus habilidades en las industrias más relevantes.
Por eso es tan importante trabajar en el desarrollo de esta habilidad desde la infancia (si quieres, por supuesto). Para que en el futuro consiga un trabajo digno.
La mejor manera de desarrollar un pensamiento flexible es agregar variedad a la vida diaria de su hijo.
Tarea de una manera nueva
Anime a su hijo o hija a probar nuevas formas de hacer la tarea, como contar en papel o mentalmente en lugar de usar una calculadora.
Reemplazo de mano
Anime a su hijo a realizar actividades normales con la otra mano, como cepillarse los dientes o cerrar una puerta. Los psicólogos afirman que estos experimentos despiertan el interés de los niños y, además, estimulan el trabajo de ambos hemisferios del cerebro.
Ejercicio "¿Qué pasaría si..."
Piense en una situación inusual y pídale a su hijo que piense un poco. Por ejemplo, puedes preguntarle cómo se desarrollarán los acontecimientos en el mundo si Internet desaparece.
Juego Sherlock Holmes
Lleve a su hijo a caminar a un lugar conocido. Una vez en su destino, infórmele que se encuentra en la escena del crimen. Será necesario preparar una historia de antemano y abastecerse de pruebas: una bufanda, una nota, etc., que deberán colocarse en los lugares designados. El niño deberá resolver el crimen durante el juego. A través de este proceso, desarrolla la atención a los detalles, aprende a mirar situaciones desde diferentes puntos de vista y a sacar conclusiones razonables.