Los padres jóvenes se enfrentan a muchas dificultades y una de ellas es elegir la ropa de cama para el nuevo miembro de la familia.
Dado que los bebés pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, las mamás y los papás deben asegurarse de que tengan un sueño cómodo y reparador.
Por eso debes tener cuidado a la hora de elegir sábanas y fundas nórdicas.
¿Por qué no se menciona una funda de almohada en esta lista? El caso es que las almohadas no se recomiendan para niños menores de un año. En consecuencia, no es necesario adquirir una funda de almohada.
Si decide adquirir este artículo, elija tejidos naturales suaves.
Este requisito también se aplica al resto de la ropa de cama.
Una buena opción son las cosas de chintz, raso, ranfors, percal, algodón, bambú, sarga, franela, percal o franela.
En cuanto a las sábanas, los modelos más cómodos son los que tienen bandas elásticas que se ajustan sobre el colchón. Así que el bebé definitivamente no podrá sacar el borde de la tela.
Pero las sábanas de velcro no son un invento tan exitoso, ya que a veces se pegan al colchón y al lavarlas en la lavadora pueden adherirse a la tela.
A la hora de elegir las fundas nórdicas hay que guiarse por el tamaño de la manta, que suele ser de 100 por 140 cm o 90 por 100 cm.
Uno de los principales requisitos para la calidad de una funda nórdica es una buena transpirabilidad.
También debe estar equipado con una cremallera, porque los modelos con botones, con una hendidura en el centro o en el lateral no son adecuados para niños pequeños: pueden enredarse en una funda nórdica de este tipo o arrancarse los botones, lo cual no es seguro.