Para acercar a su bebé a las frutas y bayas, puede ofrecerle jugo.
Justo antes de eso, debe responder a la pregunta: ¿cuál debería ofrecerle a su bebé: exprimido con sus propias manos o comprado en una tienda?
Para responder a esto, vale la pena analizar varios puntos importantes.
Consistencia
En casa, es poco probable que pueda lograr una consistencia de jugo uniforme. Es probable que el líquido contenga trozos de fruta, cáscaras y semillas; todas estas "inclusiones" no son seguras para los niños menores de un año.
A diferencia del zumo casero, el zumo industrial tiene una consistencia apta para la primera infancia.
Calidad
No hay duda sobre la calidad de los zumos para bebés producidos industrialmente: están sujetos a normas extremadamente estrictas. No encontrará colorantes, conservantes ni otras sustancias "nocivas" en el jugo producido en la planta.
Pero, lamentablemente, no se puede garantizar la seguridad microbiológica y química de las frutas compradas o cultivadas en su propia parcela.
Diversidad
Hacer jugos o néctares de sabores complejos en casa es difícil: las manzanas, las cerezas, las frambuesas y los plátanos no combinan bien y son difíciles de mezclar adecuadamente.
Pero en una planta de producción de zumo es fácil encontrar la proporción ideal de todos los componentes.