Muchos padres cometen un grave error cuando empiezan a regañar a sus propios hijos delante de desconocidos.
Les parece que en este caso el efecto será mejor, porque el niño experimenta un sentimiento de vergüenza.
Sin embargo, esto definitivamente no vale la pena, dicen los expertos.
¿Por qué no se debe reprender y regañar a los niños delante de extraños?
El niño está realmente avergonzado.
Espera que la vergüenza impida que los niños cometan los mismos errores. Sin embargo, la psique del niño es impredecible. Como resultado de la vergüenza, un niño puede desarrollar problemas de autoestima.
También suelen aparecer dudas sobre uno mismo y miedo a otras personas.
Falta de confianza en los padres.
Para un niño, los padres son las personas más cercanas en las que quiere sentirse seguro. Sin embargo, en el momento en que empiezas a regañarlo frente a extraños, se pierde la confianza.
Los niños piensan que los estás traicionando. Será muy difícil establecer una conexión emocional después de tal prueba, ya que el niño culpa a sus padres de su propia vergüenza.