En el mundo moderno, donde tenemos que vivir a velocidades muy altas, a los padres les gustaría que sus hijos tuvieran el mismo ritmo: les piden que se preparen más rápido, repiten que llegan tarde y todo el tiempo apuran al bebé. .
Pero el proceso de desarrollo de un bebé no se puede comparar con una carrera: avanza gradualmente, superando todas las etapas necesarias.
A la edad de 1,5 a 3 años, la motricidad fina de los niños aún no está lo suficientemente desarrollada como para manejar con facilidad la ropa, las cremalleras y los cordones, mientras que el deseo de independencia es muy fuerte.
En este sentido, a menudo surge la pregunta: ¿cómo combinar el deseo del niño de vestirse solo y el tiempo limitado de los padres?
que no hacer
Con prisa, los padres se sienten abrumados por el nerviosismo y olvidan que se trata de un niño; a veces incluso les parece que su hijo o hija lo hace a propósito.
Lo principal que debe recordarse en tal situación es que no se puede obligar al niño a hacer algo más rápido. Lo más probable es que, debido a la presión, se distraiga, se ponga nervioso y se confunda, lo que provocará una disminución aún mayor en la velocidad de sus acciones.
Cómo ayudar a tu bebé
Organiza tu rutina diaria para evitar decisiones impulsivas y dedica suficiente tiempo para prepararte tranquilamente. Configure su alarma para una hora más temprana, decida cuándo necesita comenzar a prepararse y agréguele 15 minutos adicionales.
Si sientes que el ritmo de tu hijo interfiere con tus planes, intenta calmarte, cuenta hasta diez y toma el control de tus emociones. Su bebé está haciendo todo lo posible, apóyelo y felicítelo por su diligencia.
Haga cosas útiles con su hijo. Puedes organizar tus zapatos o ropa en una percha. Esto permitirá que el niño se sienta más tranquilo: simplemente esté ahí, pero no “defienda su alma”.
Y no olvide que si constantemente apresura a su hijo o realiza todas las "operaciones" necesarias para él, su desarrollo de habilidades se ralentizará. ¿No puedes esperar? Ofrécele amablemente tu ayuda. Es mejor ayudar al bebé a vestirse que pelear y enfadarse.