A muchos niños les encanta quejarse de ciertos problemas.
Casi todos los padres al menos una vez escucharon las siguientes frases de sus hijos e hijas: "Lo estoy pasando mal en la escuela", "Tenemos demasiadas tareas", "Me peleé con mi amigo otra vez (me peleé con un amigo) ”, “No tengo suficientes juguetes”, “Mi teléfono inteligente no funciona bien”, etc.
Debe comprender que, en algunos casos, el niño es simplemente caprichoso.
En otras situaciones, el bebé necesita apoyo moral o ayuda seria.
Para entender cómo proceder, mamá y papá deben hacerle al niño o niña una pregunta importante.
Qué deben preguntar los padres a sus hijos
La pregunta es: "¿Qué es exactamente lo que quiere: que simplemente le escuchemos o que le ayudemos a resolver el problema?"
Lo más probable es que el niño dé una respuesta clara y comprensible a esta pregunta.
Si el bebé necesita ayuda específica, explicará a los padres qué se debe hacer exactamente.
Pero en la mayoría de los casos, el niño admite: “Quiero que simplemente me escuches”.
En tal situación, el niño sólo necesita hablar. Dale a tu hijo o hija esta oportunidad y entonces le resultará mucho más fácil desde el punto de vista psicológico.