El deseo completamente normal de los padres de organizar el ocio y el tiempo libre de sus hijos durante el curso escolar puede no resultar tan útil.
La cuestión son los errores que cometen los padres a la hora de elegir clubes, secciones y otras actividades adicionales.
La psicóloga Olga Presnova habló sobre los errores que cometen los padres en esta etapa en una entrevista con ZBulvar .
Error nº1: evitar los círculos
La razón principal es no quitarle la infancia a un niño. El especialista aconseja tener en cuenta los deseos del niño.
Si te pide bailar, entonces debes fomentar esta iniciativa, como otras, dándole el derecho a tomar su propia decisión.
Error #2: Sobrecarga
A menudo, los niños aceptan asistir a 1 o 2 o más actividades extracurriculares sólo porque sus amigos van allí, incluso si no están del todo interesados en ello.
Es importante que los padres organicen su asistencia de tal forma que haya tiempo para descansar.
Error #3: uno, pero el mejor
Es posible que el interés del niño cambie antes de que finalice el año escolar, o tal vez antes. Es necesario estar mentalmente preparado para el hecho de que el niño se buscará a sí mismo y descubrirá nuevos intereses.
Error #4: Clases extra
Son necesarios no solo para aquellos niños que no tienen tiempo, sino también para aquellos que muestran interés en determinadas disciplinas.
A menudo van más allá del plan de estudios escolar, lo que permite revelar las habilidades ocultas del estudiante.
Error #5: Educación en el hogar
Además de conocimientos adicionales, los niños adquieren habilidades de comunicación, aprenden a establecer conexiones con sus compañeros y desarrollan intereses comunes.
No podrá lograr tales resultados en casa.
Error #6: “no es interesante” y otras quejas
Si un niño asiste a clases adicionales para mejorar sus conocimientos escolares, entonces necesita tiempo para acostumbrarse a ellas o esperar los primeros resultados.
Por lo tanto, no debe apresurarse a llevarse al niño ante la primera queja.
Error #7: niños obedientes
Los padres no deben excluir la opinión del niño diciendo que los adultos saben mejor a qué clubes asistir.
Después de todo, a menudo son ellos los que intentan hacer realidad su sueño, no sus hijos.