Se ha hablado mucho de la sobreprotección y la mayoría de los padres comprenden lo perjudicial que es. Hay una circunstancia más que no se puede ignorar: la decepción.
Con el paso de los años, habrá cada vez más motivos para esto, por lo que el niño debe aprender a decepcionarse.
Los expertos de la publicación Lady Mail.ru explicaron por qué no se puede proteger a los niños de lo inevitable.
Los científicos comparan la decepción con el proceso de crecimiento, cuando un niño da sus primeros pasos para frenar sus emociones.
No puedes protegerte contra esto, pero necesitas ayudar.
Cómo ayudar a tu hijo
En primer lugar, no se exige nada más que simpatía a los padres. Necesitamos alentar y apoyar al bebé en este camino.
En segundo lugar, es necesario ayudar al niño a comprender que su estado de ánimo no puede afectar lo que ya sucedió. Por ejemplo, si no pudiste salir a caminar porque el tiempo empeoró.
En tercer lugar, debe ayudar a encontrar una salida a la situación o distraerse, cambiar la atención para animarse.
En cuarto lugar, el ejemplo personal es importante. Cuéntales a tus hijos cómo afrontas las dificultades. Por ejemplo, el coche se averió, llegué tarde al trabajo, etc.
que no hacer
Es importante hacer todo con sinceridad y bajo ninguna circunstancia intentar dejar de lado el problema del niño.
Tampoco se puede “comprar” el buen humor prometiéndoles a los niños algo más y mejor a cambio.
Y si hablamos de caprichos, los padres deben mantenerse firmes.