No hay nada peor en la vida de una persona que desarrollar una adicción. La razón podría ser cualquier cosa, como la pasión por la comida, el alcohol, el tabaco o los frutos de la civilización.
En este último caso, la adicción se desarrolla al mismo ritmo en niños y adultos, y lo principal es reconocer a tiempo que fue provocada por un smartphone.
El signo más importante de la dependencia de un adolescente de un teléfono inteligente lo informa KP.ru en referencia a la subdirectora del Centro Federal de Coordinación para la prestación de servicios psicológicos en el sistema educativo, Anna Ermolaeva.
Si un adolescente ha desarrollado una adicción a un teléfono inteligente, en la primera hora después de despertarse o antes de acostarse, busca constantemente mensajes en mensajería instantánea o redes sociales.
El experto habla de la existencia de diferentes grados de pasión por los gadgets en los niños.
Sin embargo, la señal más alarmante es el deterioro de las relaciones con los seres queridos, familiares y compañeros.
Al principio, la comunicación se deteriora y luego, en respuesta a las solicitudes o restricciones de los padres, el niño comienza a reaccionar de manera agresiva.
En este caso, es imprescindible acudir a un psicólogo, aclara el especialista.
El niño también desarrolla ansiedad e irritabilidad, especialmente en ausencia de acceso a un teléfono inteligente e Internet.