Ninguna pareja casada está protegida del divorcio.
Desafortunadamente, las circunstancias de la vida pueden desarrollarse de tal manera que un hombre y una mujer lleguen a la conclusión de que es necesario divorciarse.
La situación es difícil para ambos ex cónyuges.
Tanto hombres como mujeres que atraviesan un período difícil pueden cometer un grave error: olvidarse de los sentimientos del niño.
Tenga en cuenta: para su hijo o hija, el divorcio de los padres también es un duro golpe.
Debes acudir en ayuda del bebé. Por favor preste atención a las siguientes recomendaciones.
Explícale claramente a tu hijo lo que pasó.
Nunca ocultes tu divorcio a tu hijo. De todos modos, tendrás que responder a la pregunta: "¿Por qué papá venía tan raramente a casa?"
Es mejor explicarle de inmediato, honesta y claramente a su hijo o hija lo sucedido. Dígale a su hijo que mamá y papá no pueden vivir juntos por determinadas razones.
Responde las preguntas de tu hijo
Probablemente el bebé hará muchas preguntas aclaratorias. Nunca los ignores ni te enojes.
Dé respuestas lo más honestas posible. Advierta a su hijo sobre los próximos cambios en la vida (mudanza, cambio de escuela, etc.).
No obligue a su hijo a ocultar sus emociones sobre lo sucedido. Esté con su hijo más a menudo, haga todo lo posible para que confíe en usted.
"No es tu culpa"
Asegúrese de explicarle a su hijo que no es culpa suya que sus padres se divorciaran.
Desafortunadamente, muchos niños llegan a la siguiente conclusión: “Todo es por mi culpa”. Especialmente si los padres se irritan o guardan silencio cuando el niño vuelve a preguntar sobre los motivos del divorcio.
No culpes a tu cónyuge
El progenitor con quien se queda a vivir el niño no debe en ningún caso culpar a su cónyuge por lo sucedido en presencia del niño.
No le diga a su hijo lo “malo” que es su papá o lo “mala” que es su mamá.
El segundo padre sigue siendo una persona cercana al niño. Por lo tanto, no le cause un trauma psicológico a su hijo.
"Te amamos"
Los padres divorciados deben decirle inmediatamente a sus hijos: “Te amamos y siempre te amaremos”.
Cualquiera que abandone la familia deberá ver periódicamente a su hijo o hija. Haga todo lo posible para que el niño no piense que uno de los padres lo “abandonó”.