A medida que el niño se desarrolla, aprende a darse cuenta de su lugar en este mundo. Estudia el entorno que le rodea, todos los objetos le resultan nuevos y despiertan un interés genuino.
Los niños de 1 a 3 años no son capaces de entender la diferencia entre lo que puede ser peligroso y lo que no. Es importante que toque todo con los dedos y, si es posible, que se lo lleve a la boca.
La palabra “no” no significa nada para ellos, especialmente si sus padres la dicen constantemente.
Para él es algo abstracto, por lo que el niño seguirá ignorándolo de todas las formas posibles.
Los padres deben dejar de decir el aburrido "no" en piloto automático y pasar a acciones que sean más comprensibles para el niño.
Reemplazar con otras palabras
Por ejemplo, "caliente", "frío", "brr", "kaká", etc. serán más fáciles de percibir para una persona en crecimiento.
Con el tiempo, podrá asociar un vaso de agua hirviendo con la palabra "caliente" y no lo alcanzará.
Sugerir una alternativa
No es necesario negarle por completo a un niño la oportunidad de explorar el mundo que lo rodea lo mejor posible. Ve frascos brillantes en el botiquín, lo que naturalmente despierta su sincero interés.
En lugar de cajas de medicamentos, puede ofrecerle algo similar: paquetes vacíos, cubos, juguetes con la forma de los objetos deseados.
Cambiar de atención
La palabra “imposible” no debería existir separada de las acciones. Si está prohibido dibujar en el papel tapiz, entonces debe alejar suavemente al niño y mostrarle algo más interesante: su muñeca favorita o un auto nuevo.