El gaslighting es un tipo de abuso psicológico que se manifiesta en la manipulación, ignorando los sentimientos y también en el deseo de echarle la culpa de los errores a la víctima.
Sin embargo, no sólo los adultos, sino también los niños son víctimas de este tipo de violencia doméstica.
La experta en salud mental infantil Roseann Capanna-Hodge habló sobre este fenómeno con más detalle en una entrevista con Parade.
La especialista afirma que los niños suelen ser víctimas de este tipo de violencia psicológica.
Un claro ejemplo de gaslighting es el constante ignorar experiencias y preocupaciones, cuando los sentimientos y emociones de la víctima se reducen al mínimo.
En el caso de los niños, los padres consideran que los problemas del niño son insignificantes e ignoran sus experiencias.
Como resultado, el niño deja de aceptar a la familia como algo seguro y se considera privado de amor y apoyo.
La relación entre padres e hijos acaba por volverse tóxica.
En el futuro, cuando el niño crezca, tendrá problemas de comunicación, de confianza en otras personas e incluso en las relaciones cercanas.
La razón de esto será el miedo a la manipulación y los malentendidos. A menudo, estas personas ocultan sus necesidades por temor a que se rían de ellas.