La realidad es que muchos niños deben usar anteojos desde una edad muy temprana, desde el jardín de infantes, si no antes.
Por alguna razón, los niños no quieren hacer esto, a pesar de que las gafas ya no dan tanto miedo como en los viejos tiempos y nadie se burla de nadie con "gafas".
¿Qué hacer en este caso?
cual es la razon
1. Existe la opinión de que los niños se consideran menos bonitos o divertidos con gafas.
El problema se puede resolver de forma muy sencilla. Sólo tienes que elegir una montura que se adapte a la forma de tu rostro, así como las lentes.
Los modelos modernos no solo son hermosos, sino que cambian su expresión facial, imagen e imagen.
En este caso, al niño le gustarán las gafas y, si además le explica por qué las necesita, el problema se solucionará para siempre.
2. Es posible que amigos o compañeros de clase se burlen del niño. Pero además de pedir ayuda a un profesor, existen otras opciones.
Solo necesita ayudar a su hijo a comprender que las gafas no solo son saludables, sino también modernas y con estilo.
Dígales a los niños que muchas personas ahora usan anteojos no correctores como accesorio. Sólo los necesitan por su imagen.
Y si no ayuda y la edad lo permite, puedes cambiar a lentes de contacto.
3. Malestar. Probablemente aquí es donde deberíamos haber empezado. Los anteojos y lentes pueden ser pesados, pueden ejercer presión sobre el puente de la nariz y pueden deslizarse hacia abajo al leer y moverse.
Todo esto sugiere que las monturas fueron mal elegidas y los padres decidieron ahorrar dinero en lentes.
Pero hay que tener en cuenta que en este caso, además de molestias, pueden aparecer dolores de cabeza, fatiga, sequedad en los ojos y otros problemas.
Anteriormente hablamos de cómo comunicarse correctamente con un niño introvertido .