“Cuando como, soy sordo y mudo”... Muchos padres se quejan de que los niños no siempre quieren seguir esta regla.
Pero cabe destacar que en ocasiones las mamás y los papás se olvidan de la importancia de esta frase.
Algunos comentarios de los padres en la mesa pueden dañar enormemente al niño.
¿De qué frases populares exactamente estamos hablando?
"¡No irás a ninguna parte hasta que termines!"
Bajo ninguna circunstancia debes obligar a tu hijo a terminar la comida.
Es muy posible que el bebé ya esté lleno.
El deseo de "sobrealimentar" a un niño puede hacer que tenga sobrepeso.
"¡Come lo que das!"
Esta presión puede provocar trastornos alimentarios en el bebé.
Si un niño se niega rotundamente a comer tal o cual alimento, no lo fuerce.
¿No tienes tiempo para cocinar algo más? ¡Entonces deja que tu pequeño intente cocinar algo él mismo! Por supuesto, bajo la supervisión de los padres.
"No comas esto: no te gustará"
El niño debe sacar sus propias conclusiones sobre sus gustos.
Deje que su hijo pruebe un trozo de comida, incluso si está absolutamente seguro de que el joven gourmet quedará decepcionado con el plato.
Y si hablamos de alimentos que un niño no debe comer (por ejemplo, por la presencia de un ingrediente alcohólico), entonces no los pongas sobre la mesa en absoluto. Coma esos alimentos sólo cuando el bebé no pueda verlo.
Anteriormente, se enumeraban cosas que los padres no deberían prohibir a sus hijos.