Puede resultar muy difícil complacer a un niño. Tan pronto como un bebé aprende a hablar, la palabra “no” u otras formas que la expresen aparecerán inmediatamente en su vocabulario.
Los padres lo intentan, pero como respuesta escuchan lo mismo. Y ahora la paciencia se acaba, no hay opciones y empieza a parecer que el propio niño no sabe lo que quiere.
Según los expertos, los propios padres tienen la culpa de ofrecer a los niños varias opciones para elegir. De hecho, la elección debería ser limitada.
El niño no sabe lo que quiere.
1. Deja que tu hijo elija lo que más le guste. Por ejemplo, una chuleta o pescado, salir a la calle o leer un libro, etc.
Asegúrese de que, en lugar de caprichos y coquetos "no" o "no sé", el niño rápidamente esté de acuerdo con una de las opciones propuestas.
2. Otra opción es crear una distracción. Tan pronto como haya indicios de capricho, cambie inmediatamente de tema y comience a bromear, cantar, etc.
Pero no para entretener, sino para demostrar tu buen humor, que siempre podrás compartir con los demás.
El niño cambiará inmediatamente, tal vez incluso comience a repetir después de los padres, y luego será posible llegar a un acuerdo con él.
3. Otra forma es no rogarle al niño, sino pedirle ayuda. A los niños les gusta que su trabajo o participación en una causa común sea apreciado desde fuera.
También es importante evitar la palabra "no" en la comunicación, que resulta molesta incluso para los adultos.
Anteriormente hablamos de errores comunes en la crianza de niñas .