Para decorar una cuna para un bebé, muchos padres eligen protectores suaves especiales que se fijan a las paredes de celosía de la cama.
Realmente quedan preciosos y hacen que la cuna se sienta acogedora.
Además, los laterales protegen al pequeño dueño de la cuna de las corrientes de aire y evitan que accidentalmente meta un brazo o una pierna entre los barrotes de la cuna.
Pero pocas personas piensan en el peligro que surge del uso de tales "accesorios".
Los expertos recuerdan: los lados restringen la circulación del aire, por lo que se puede acumular dióxido de carbono en la cuna.
Además, pueden provocar asfixia.
En los primeros meses de vida, el niño aún no sabe darse la vuelta, por lo que existe el riesgo de que se enterre la nariz en un costado y se asfixie. Las mantas, las almohadas y los pañales mal sujetos sobre el colchón son igualmente peligrosos.
Para evitar accidentes, utiliza sábanas ajustables y viste a tu bebé con un pelele antes de meterlo en la cuna.
Si la habitación está fría y no se duerme lo suficiente, se puede utilizar un saco de dormir.
Sin embargo, en cualquier caso, trate de no sobrecalentar al bebé. El sobrecalentamiento, como afirma la pediatra Tatyana Butskaya, es otro factor que contribuye al desarrollo del síndrome de muerte súbita del lactante.
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