Existe la opinión de que la primera “pelusa” de la cabeza del niño debe cortarse para que pueda ser reemplazada por un cabello grueso y hermoso; de lo contrario, el bebé crecerá “calvo”.
Veamos si esto es realmente cierto. Quizás le resulte más fácil superar estas actitudes si se familiariza con los siguientes hechos.
Cortarse el cabello no tiene ningún efecto sobre su grosor, color, textura o ritmo de crecimiento.
Todos estos factores no son más que características genéticas, cuyo cambio se produce únicamente como resultado de cambios en el cuerpo (estamos hablando de enfermedades).
Por lo tanto, si no hay restricciones en la familia, por ejemplo culturales o religiosas, sólo los padres determinan cuándo cortarse el pelo por primera vez.
Quizás los adultos decidan que no vale la pena cortarle el pelo al niño, y esto también es normal.
La única consecuencia real del corte de pelo es que el niño tendrá la cabeza fría.
Por lo tanto, si el corte de pelo se realizó durante la estación fría, no se corte el cabello demasiado corto o aísle adecuadamente la cabeza de su bebé cuando salga a caminar.
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