El castigo es un tema que se puede calificar de muy controvertido e incluso “resbaladizo”.
Primero, intentemos responder la pregunta de por qué existen. Parece que la respuesta está en la superficie: para que el delincuente comprenda lo que hizo y no vuelva a repetir este mal acto.
Pero, por desgracia o por suerte, este enfoque no siempre funciona.
Pongamos un ejemplo: un niño estaba jugando con una pelota en casa, por eso se rompió el jarrón favorito de sus padres.
¿Mala acción? Definitivamente sí, lo que significa que mamá y papá deben tomar algunas medidas con fines educativos. De lo contrario, el niño llegará a la conclusión de que romper jarrones con una pelota es bastante normal.
Qué hacer en lugar del castigo
Sugerimos considerar un plan de acción alternativo en tal situación, que pueda usarse en lugar del castigo.
1. Asegúrese de que usted y su hijo estén tranquilos y listos para interactuar. Si su bebé está molesto o histérico, intente calmarlo.
2. Asegúrese de que el niño comprenda que hizo algo mal y cuál fue exactamente su delito. Si le resulta difícil entenderlo, ayúdelo a hacerlo explicándole que le encantó este jarrón, que costó una cierta cantidad de dinero, etc.
3. Encontrar una solución para corregir la situación actual. En el caso de un jarrón, por ejemplo, invite a su hijo a pedirle disculpas y luego intente pegar el producto.
Tales acciones serán mucho más efectivas que quedarse en un rincón o prohibir las caricaturas.
Anteriormente te contamos si puedes darle el teléfono a tu hijo mientras come.
