La mayoría de los artículos sobre las rabietas infantiles se centran en ayudar a los niños, mientras que, trágicamente, hay poca información útil sobre cómo las madres pueden mantener la calma en tales situaciones.
Pero son ellos los que sufren vergüenza cuando los pequeños inquietos hacen berrinches en público.
Es hora de solucionarlo: a continuación encontrarás algunos consejos que te ayudarán a mantener la calma en caso de que un niño tenga una rabieta.
Todos los niños tienen rabietas de vez en cuando.
Que tu hijo tenga una rabieta no te convierte en una mala madre; acostúmbrate a la idea de que esto sucede a veces. Tu bebé está bien y tú también. Es normal que los niños pongan a prueba los límites de diversas maneras o que no puedan afrontar sus emociones.
Cada rabieta de un niño es una oportunidad para aprender a interactuar con el mundo que lo rodea. Después de todo, aprender es genial, ¿no estás de acuerdo?
No siempre se puede controlar la rabieta de un niño
Si la razón por la que el bebé es caprichoso radica, por ejemplo, en el hambre, se puede prevenir la histeria. Pero la mayoría de las veces esto no depende de ti. Además, las acciones correctas de los propios adultos pueden provocar histeria, por ejemplo, cuando se prohíbe correr hacia la carretera o morder a otros niños.
Desde fuera, la histeria no parece tan mala como crees.
La rabieta de un niño es similar a hacer un ejercicio de plancha: mientras continúa, los segundos parecen minutos, o incluso horas. Quienes te rodean suelen reaccionar adecuadamente ante la situación y la fase aguda de la histeria no dura mucho. Ver a un niño llorando y escuchar su grito es realmente desagradable, pero esto es temporal y todos hemos pasado por eso.
tienes derecho a estar enojado
Los sentimientos de culpa y vergüenza pueden empeorar su condición, así que permítase sentirse enojado. Pero trate de no cruzar la línea y hacer algo de lo que luego se arrepienta.
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