Muchos padres se sienten completamente perdidos cuando necesitan persuadir a sus hijos para que hagan algo importante.
Se utilizan muchos métodos.
Algunos simplemente asustan y amenazan, otros, por el contrario, intentan sobornar. Los expertos señalan que ambas estrategias son un fracaso.
Las amenazas no son efectivas por una sencilla razón: existe una alta probabilidad de que no las lleves a cabo.
¿Por qué no funciona el sistema de sobornos?
Resulta que los niños rápidamente comienzan a darse cuenta de sus beneficios. Entienden que pueden hacer concesiones a sus padres y conseguir lo que quieren.
Pero no se dan cuenta de toda la importancia de la situación.
Si, por ejemplo, prometió comprar un nuevo dispositivo para obtener buenas calificaciones, entonces el significado de los estudios del niño no quedará del todo claro. Si prometes comprar helado para limpiar la habitación, se perderá el objetivo de ordenar.
Por tanto, es sumamente importante poder explicar la utilidad y necesidad de determinadas acciones. Y los “sobornos” no pueden considerarse efectivos a largo plazo.
Anteriormente hablamos de por qué los adultos no deben mentir a los niños .