Muchas madres se enfrentan al problema de que el bebé esté feliz (o al menos no exprese ninguna emoción especial) si está cerca.
Pero tan pronto como ella se da vuelta o, peor aún, se va, el bebé empieza a gritar.
Como regla general, este período ocurre entre los 8 y 9 meses de edad, cuando el niño es consciente de sí mismo y de sus deseos, pero no puede hablar de ellos.
Si encuentra un comportamiento similar en su bebé, utilice los siguientes consejos.
1. Asegúrese de que el llanto y la queja en su ausencia no sean causados por razones objetivas como el pañal mojado o el hambre.
2. No debe intentar mantenerse alejado de su hijo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. El período problemático pasará tarde o temprano, solo quedará el hábito de estar en los brazos de mamá. El niño debe aceptar el hecho de que no todos sus deseos se cumplen a pedido.
3. Trate de distraer a su hijo con un juguete nuevo y brillante o escuchando una canción o un cuento.
4. Si has entrado en un periodo en el que el niño se vuelve “manso”, no dudes en buscar ayuda de abuelas, niñeras, etc.
Anteriormente te contamos cómo ayudar a tu hijo a dar sus primeros pasos .