Existe la creencia común entre las madres y los padres de que si su hijo se moja los pies, seguramente enfermará.
Y aunque esto no es necesario, es muy probable, no en vano nuestras abuelas repetían: “¡Lo principal es no resfriarse en los pies!”
Veamos este tema con más detalle.
Para empezar, conviene recordar que la causa de cualquier resfriado son las bacterias y los virus, no los pies mojados. Pero el hecho es que si entra agua en las botas de los niños, es mucho más fácil que las bacterias y los virus ataquen el cuerpo del niño.
El caso es que si te mojas los pies, los vasos sanguíneos se contraen y se estrechan.
Como resultado, la sangre calienta menos los tejidos de los pies y esto, a su vez, corre el riesgo de que las defensas del cuerpo se reduzcan, aunque sea temporalmente.
Y es en este momento cuando se activan los microorganismos patógenos, que siempre están presentes a nuestro lado.
Si el niño tiene experiencia, esa situación no será más que otra sesión de entrenamiento para él. Pero si los procedimientos de endurecimiento no se llevaron a cabo con regularidad, es mejor que los padres tomen las medidas adecuadas.
Se debe llevar al bebé a un lugar cálido y secarlo. Si es posible, cámbiale la ropa al niño y dale una bebida caliente. Ponte dos calcetines a la vez: finos y de lana.
Cuanto más rápido se calienta un niño, es menos probable que se enferme.
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